Llegamos al ecuador de los talleres en los centros educativos y ¡por fin empezamos a crear!
Antes de escribir tenemos que aprender cuáles son las partes de una historia. Alicia cuenta Estela y, a partir de ese cuento aprendemos que todos tienen una serie de elementos que las definen y las estructuran.
A partir del tema, la motivación, la acción, los antagonistas, el clímax y el final podemos crear historias que cuentan cosas que nos interesan.
Es interesante que en cada centro educativo el alumnado piensa a partir de categorías completamente diferentes sus historias. En el IES Itálica contarán la historia de Noa, una chica que se mira al espejo y no se siente bien con lo que ve. En el IES Diamantino la historia narra la llegada de una chica ucraniana a una escuela en la que nadie puede comunicarse con ella. Por último, en el CEIP Andalucía una chica es tan tímida, tan tímida, tan tímida que sólo puede comunicarse con su gato.
Todas hablan de barreras a las que las protagonistas deberán enfrentarse. Barreras que en los coles sienten cercanas. El alumnado del IES Itálica es especialmente sensible ante la diversidad sexual y de género, así como las violencias machistas. El Diamantino es un centro de gran diversidad cultural donde la historia de la chica que cuentan podría darse casi cada año escolar. En el Andalucía la comunidad es la respuesta a los problemas que ocurren en el aula, el centro y el contexto, justo lo que el alumnado propone para que esa chica que llega al cole haga nuevas amigas y amigos.
La diversidad de las historias, como la de cada grupo y cada centro y su contexto es enorme. Después de estos primeros relatos el reto consiste en buscar una historia con la que todo el alumnado se sienta motivado. Un único cuento del que cada grupo deberá escribir un fragmento a elegir entre la presentación, el nudo o el desenlace.
Seguimos sin saber qué contará el #INCLUcuento pero sin duda esta semana estamos un pasito más cerca de tenerlo entre nosotras.